Inmediatamente después del nacimiento de los gatitos, la progenitora empieza a producir una leche especial que recibe el nombre de "calostro", de color amarillento y rica en proteínas. Esta leche les proporcionará a todos los cachorros las defensas inmunológicas necesarias en esta etapa tan vulnerable. Más adelante producirá leche materna madura, que es el alimento idóneo para cualquier gatito bebé.

Todas las necesidades de los gatitos estarán cubiertas por la leche materna durante las primeras semanas y cualquier factor que lo impida acarrea una rápida deshidratación de los pequeños. Por ello, debemos asegurarnos que todos los gatitos maman correctamente, especialmente cuando hablamos de camadas numerosas, y que suben de peso de forma adecuada. Así pues, la leche materna es lo que come un gatito bebé hasta las ocho semanas de vida, como mínimo, momento en el que se produce el destete de los gatos.

¿Cómo alimentar gatitos recién nacidos huérfanos?

Para empezar, debes saber que alimentar gatitos huérfanos es un proceso complejo, por ello, lo primero que te aconsejamos es acudir a un veterinario. El especialista te ayudará a valorar el estado de salud de la camada, te ofrecerá consejos y la mejor fórmula para los pequeños.

La leche maternizada artificial es un alimento que podemos adquirir en cualquier clínica u tienda veterinario y, aunque no es tan eficiente como la leche materna, cubre las necesidades nutricionales de los gatitos. En esta etapa requieren alrededor de 21 a 26 kcal por cada 100 gramos de peso.

Temporalmente podemos sustituirla por una fórmula de leche maternizada de emergencia.

La leche maternizada debe prepararse justo antes de administrarla a los gatitos y debe ser distribuida a los gatitos en jeringuillas y tetillas estériles. Lo ideal es que cada gatito tenga su propia pezonera. Se aconseja no preparar la leche con antelación pero si tuvieras que hacerlo, debes mantenerla en la nevera a una temperatura máxima de 4°C, y nunca más de 48 horas.

Las jeringuillas son más apropiadas para gatitos de menos de 4 semanas porque frecuentemente las tetinas de los biberones son demasiado grandes para ellos o tienen un débito de líquido demasiado importante.

La leche debe darse a una temperatura de 37-38°C, es mejor calentarla al baño maría porque si la calientas al microondas se formarán burbujas muy calientes de líquido y otras muy frías. El gatito debe mostrar reflejo de succión para poder alimentarlo con el biberón sino podría provocar problemas de deglución. Si no es así consulta con el veterinario.

El número de tomas que debe recibir un gatito al día es variable. Cuando están junto a su madre, los gatitos tienden a absorber la leche en pequeñas cantidades, pero de forma numerosa, hasta 20 veces al día. Por ello, el ritmo de distribución del alimento de reemplazamiento debe ser regular, sin superar las 6 horas entre toma y toma. Así mismo, se debe dejar tiempo suficiente para que el estómago de los gatitos pueda vaciarse, de entre 3 y 4 horas aproximadamente.

Lo recomendable es ofrecer de 4 a 8 tomas diarias, dejando entre ellas un tiempo de entre 3 y 6 horas como máximo. Será fundamental respetar los tiempos de descanso de cada individuo y evitar despertarles constantemente, pues ello puede generar un cuadro de estrés.

También es importante señalar que, aunque las condiciones sean favorables y los gatitos beban de forma abundante, la alimentación artificial puede provocar un retraso en el desarrollo.

Éste no debe superar el 10% y debe ser compensado en el destete. La capacidad estomacal de un recién nacido es de unos 50mL/kg. Generalmente un gatito solo absorbe unos 10-20 ml por toma de leche, por eso la concentración del lactoremplazante es primordial para cubrir sus necesidades.

Si la densidad energética de los gatitos bebés es demasiado baja tendremos que aumentar el número de las tomas. En este caso para cubrir las necesidades nutricionales crearemos un exceso de fluido que puede afectar el equilibrio hídrico y dañar al riñón. En cambio si el sustituto lácteo es demasiado energético o si damos demasiada cantidad, puede tener diarreas osmóticas u otros trastornos digestivos.

Antes de empezar debemos preparar un ambiente tranquilo y relajado, de esta forma evitaremos la aparición de estrés, problemas de deglución o de digestión. Para alimentar gatitos huérfanos debemos colocarlos en la misma posición que adoptarían si estuvieran junto a su progenitora: la cabeza elevada y el vientre encima de una toalla. Los dejaremos mamar hasta que queden satisfechos, siempre intentando respetar las cantidades que hemos mencionado anteriormente.

Una vez hayan terminado de mamar mantendremos esperaremos unos minutos y, después, ayudaremos al gatito a defecar y orinar, masajeando suavemente la barriga y la zona genital para que vacíe sus intestinos de forma sólida o gaseosa. Es un paso muy importante. Después colocaremos a todos los gatitos, uno a uno, en su nido para que se acurruquen y descansen. Seguiremos alimentándolos de esta forma hasta que empiece la edad de destete, que se sitúa hacia las 4 u 8 semanas de vida.

Si el gatito se despierta constantemente, maúlla y gime, es una señal de que lo estamos subalimentando.

Si no aumentamos el número de tomas o las kcal. de la leche aportadas es probable que, progresivamente, se vuelva inactivo y deje de ganar peso. Ante un cuadro de malnutrición observaremos diarrea, deshidratación, hipotermia e hipoglicemia. En los casos más graves deberemos dirigirnos al veterinario urgentemente.

Además de todo lo mencionado anteriormente, debemos proporcionar un entorno adecuado. En esta etapa no son capaces de regular su temperatura, por ello, debemos proporcionarles un nido mullido y calentito.

Podemos utilizar una caja de cartón  y en el fondo, colocaremos una esterilla térmica a unos 20ºC o 22ºC. Encima colocaremos varias toallas, ya que el contacto directo con la esterilla podría provocar quemaduras en los pequeños. Si hace mucho frío podemos cubrir con una mantita el "nido" que hayamos preparado, dejando solo un pequeño agujero.

La humedad ambiente es un parámetro que debes controlar: la higrometría debe estar entre 55-65%, especialmente cuando los gatitos están alejados de la madre. Para ello puedes simplemente colocar unos cuencos con agua cerca del nido para mantener las mucosas orales y respiratorias  hidratadas.

El peso de nacimiento es un factor importante de diagnóstico. Está establecido que un bajo peso al nacer está relacionado con la gravedad de las enfermedades de los recién nacidos. Un estudio demuestra que 59% de los gatos muertos-nacidos o muertos algunos días tras el nacimiento tenían un peso bajo al nacer.

Si la gata recibió una alimentación inadecuada para su estado fisiológico durante la gestación, el peso de los gatitos puede verse afectado. Además, los gatitos con un peso de nacimiento bajo tienen un metabolismo más alto y necesidades energéticas más altas. Están más predispuestos a la hipoglicemia.

Para conservar los datos, te recomendamos que apuntes cada día en una tabla el peso, al menos durante las 2 primeras semanas.

El peso de nacimiento normal se sitúa entre los 90 y los 110 gramos. Pero además, debe ganar unos 15 o 30 gramos cada día durante el primer mes (como mínimo de 7 a 10 gramos diarios) y debe haber alcanzado el doble de su peso de nacimiento a la edad de 14 días. A partir de entonces su peso aumentará entre 50 y 100 gramos cada semana. Que sea macho o hembra no influye en el aumento de peso durante las primeras semanas.

Una pérdida de peso puede ser aceptable si no supera los 10% diarios y si afecta solo a un número limitado de gatitos. En cambio si toda la camada pierde peso se debe encontrar la causa rápidamente, acudiendo al veterinario si hiciera falta. Si el peso disminuye cada día, la comida es probablemente insuficiente o de mala calidad.

Un gatito que pierda peso durante 24 a 48 horas o que deja de ganar peso durante 2 o 3 días debe obligatoriamente recibir un complemento alimenticio, los resultados son más favorables si se interviene al principio de la pérdida de peso.

Relación entre edad y peso en crecimiento desde el nacimiento hasta las 8 semanas:

Nacimiento: 90 - 110 gramos

1ª semana: 140 - 200 gramos

2ª semana: 180 - 300 gramos

3ª semana: 250 - 380 gramos

4ª semana: 260 - 440 gramos

5ª semana: 280 - 530 gramos

6ª semana: 320 - 600 gramos

7ª semana: 350 - 700 gramos

8ª semana: 400 - 800 gramos

¿Qué comen los gatitos de un mes? 

El destete de los gatos empieza sobre las cuatro semanas de vida, aunque en algunos individuos puede ser más tardía y en otros más pronta. Debemos respetar los tiempos de cada uno de los gatitos bebés.

Empezaremos colocando comida húmeda para gatos cachorros cerca del nido, entre 2 y 3 veces al día.

A medida que se vayan mostrando más interesados por la comida, añadiremos agua, que debemos mantener fresca y renovada en todo momento. Más adelante sustituiremos la comida húmeda por pienso seco para gatos cachorros remojado en agua. 

Finalmente dejaremos de agregar agua al alimento. 

Una vez más recordamos que es un proceso progresivo que debe adaptarse a cada uno de nuestras pequeñas mascotas.