Existen tres formas de marcaje en gatos: facial, con orina, y con las uñas.

La esterilización suele corregir entre un 53% y un 78% de los casos de marcaje con orina en machos 

En hembras, si es debido a marcaje por el celo, suele desaparecer por completo, no desapareciendo si la causa subyacente es otra.

El marcaje facial y con las uñas, no responden a la esterilización. Todos estos datos deben tenerse en cuenta a la hora de decidir si esterilizaremos o no a nuestro gato y aclarar todas las dudas al respecto con nuestro veterinario, despejando expectativas realistas de lo que supone la castración.

A continuación le mencionamos en detalle los tres tipos de marcaje con algo más de detenimiento y algunos consejos prácticos para evitarlos en la medida de lo posible cuando supongan un problema.

Consiste en frotar los laterales del cuello con objetos verticales o con otros animales o personas. Este comportamiento deja una marca olfativa que el gato considera como su zona segura y le ayuda a disminuir el estrés asociado a los cambios. Suele ser un signo de que se encuentra a gusto y de que está "en casa". Normalmente no causa rechazo en el propietario, al contrario, pues es una muestra de afecto y confianza.

Sin duda es el que con más frecuencia preocupa a los propietarios e incluso en ocasiones, es motivo de consulta y de abandono en el peor de los casos. Para empezar, es muy importante saber diferenciar cuándo nuestro gato tiene un comportamiento de marcaje y cuándo se debe a un proceso patológico.

Cuando un gato marca con orina, realiza micciones en spray en superficies verticales, levantando la cola. Suele hacerlos por toda la casa y sigue defecando dentro del arenero o en el exterior si sale fuera de la vivienda (el marcaje con heces es muy poco frecuente). Cuando el gato está entero (sin castrar), el marcaje es mucho más frecuente y el olor de la orina mucho más fuerte, debido a la presencia en gran cantidad de una sustancia llamada felinna.

En casos de enfermedades de las vías urinarias (la más común es la cistitis o inflamación de la vejiga), la micción suele ser en superficies horizontales y el animal suele hacer poca cantidad y con frecuencia (disuria), incluso mostrando signos de dolor (estranguria) y, en ocasiones, orina con sangre (hematuria). 

En casos de aversión a la bandeja de arena, suele orinar cerca de la misma pero fuera y en cantidad normal, y suelen defecar también fuera.

Si sospechamos que el comportamiento que muestra puede deberse a un problema de salud, es importante contactar con el veterinario para que lo explore. Sobretodo en machos, puede ser grave y se debe actuar rápido (además, en gatos esterilizados y con sobrepeso es más habitual que se den problemas en las vías urinarias inferiores).

Cuando el marcaje persiste tras la castración, suele estar relacionado con problemas de estrés, siendo más habitual en casas multigato. Asimismo, las enfermedades de las vías urinarias inferiores, pueden deberse a causas infecciosas, pero la mayoría son también desencadenadas por situaciones de estrés crónico.

Es importante sobretodo en gatos indoor, y va desde dedicar tiempo a jugar con ellos, proporcionarles juguetes apropiados, sitios elevados desde los que puedan controlar su territorio, plataformas cerca de las ventanas para que puedan mirar hacia el exterior, lugares de descanso y comederos suficientes para todos los gatos de la casa, fuentes de agua o lugares en los que esconderse si lo necesitan.

La bandeja de arena se recomienda que esté alejada de la zona en la que el gato descansa y come.

Debemos ser cuidadosos con la higiene y evitar cambiar con frecuencia de tipo de sustrato y de tipo de bandeja. Debe ser lo suficientemente grande como para que el gato pueda girar sobre sí mismo y debería haber una relación de bandejas  con respecto al número de gatos que tengamos. 

También debemos intentar colocarlas en una zona tranquila y a ser posible que no sea zona de paso habitual.

Limpieza de la zona marcada: 

Se recomienda limpiar la zona con un detergente enzimático y una vez limpia, secarla bien y pasar un paño con alcohol quirúrgico. 

Por último, es muy útil el uso de feromona apaciguante felina sintética en spray, rociándola por encima de la superficie marcada. De ese modo, el gato ya considerará que ha marcado ese lugar y no volverá a orinar en él. 

Evitaremos el uso de productos de limpieza con olores fuertes como la lejía o el amoníaco.

NUNCA debemos reñir y mucho menos agredir a nuestro animal por haberse orinado. No lo hacen como venganza si no como una forma de gestionar la ansiedad que padecen y si actuamos con agresividad sólo empeoraríamos la situación.

Si preveemos que va a haber un cambio importante en casa: 

La llegada de un nuevo animal, de un bebé, reformas, mudanzas, etc, debemos intentar que ese cambio sea lo más gradual posible y podemos ayudarnos de nuevo del uso de feromonas sintéticas, ya sea en espray o en difusor para que el gato sienta que sigue siendo su territorio y esté más calmado. También puede ayudar frotar su cuello con un paño y restregarlo por los muebles nuevos, la casa nueva, la cuna del bebé, etc. Y es importante no forzarlo a conocer a nuevos miembros o extraños si se muestra asustado y se esconde, debemos respetar su espacio.

En este caso, también debemos diferenciar el caso de marcaje con el de limado y desgaste de las uñas y ejercitamiento de las garras. Cuando el gato está desgastando las uñas, suele hacerlo colocándose erguido en una superficie vertical, arañando dicha superficie y estirando la espalda. Con frecuencia usan troncos de árboles si están en el exterior o rascadores y/o muebles si están en el interior de la vivienda. En este caso, suelen elegir siempre los mismos sitios. Es un comportamiento fisiológico y necesario para la salud mental y física de nuestros mininos.

En caso de marcaje, suelen hacerlo por toda la casa, eligiendo lugares estratégicos como marcos de puertas y ventanas, paredes… este tipo de marcaje deja una marca visual con los arañazos y olfativa por las glándulas sudoríparas presentes en las almohadillas plantares, avisando a otros miembros de la misma especie de los límites de su territorio.

Rascador: 

Debe ser robusto, estable y lo suficientemente alto para que el gato pueda estirar la espalda en él. Se recomienda colocarlo cerca de su lugar de descanso. Si vemos que utiliza algún mueble, como la pata de una mesa o el sofá, lo colocaremos al lado y cada vez que el gato intente ir a rascar allí, le llevaremos suavemente y sin estresarlo al rascador y frotaremos suavemente sus manos en él para que vaya aprendiendo que es allí donde debe afilarse las uñas.

Podemos estimularlo a ir a su rascador. Nunca rociar feromonas en el rascador porque evitará rascarlo al considerarlo "marcado". 

En casas multigato, tendremos muy en cuenta el enriquecimiento ambiental. Como en el caso de la orina, procederemos a limpiar la zona del mismo modo y rociaremos feromonas al final.

Si vemos que el gato rasca marcos de puertas y ventanas, controlar el acceso de posibles gatos extraños a la vivienda. Una buena opción puede ser la implantación de gateras magnéticas.

Si nuestro gatito aún es joven, es importante acostumbrarlo a situaciones nuevas, a personas nuevas, a otros animales amistosos, etc para que cuando se adulto no sea tan sensible a situaciones estresantes. 

Si nuestro gato ya es adulto y vemos que el marcaje y otros signos de ansiedad se agudizan, su calidad de vida ha disminuido y no somos capaces de gestionarlo, deberemos ponernos en manos de un veterinario especialista en etología clínica para que valore el caso.