Acné Felino ¿Que es y cual es el Tratamiento?
by
Angela
- miércoles, mayo 11, 2022
¿Has oído hablar del acné felino? Es un problema frecuente que puede aparecer en machos o hembras de cualquier edad. Si crees que tu gato puede padecerlo, seguro que quieres saber cómo tratarlo.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre el acné felino. Por qué aparece y qué puedes hacer para prevenirlo. En caso de que tu gato tenga acné felino, no te preocupes, tu veterinario te indicará el tratamiento que debes seguir para mejorarlo.
¿QUÉ ES EL ACNÉ FELINO?
El acné felino es una afección de la piel. Afecta a gatos de todas las edades, independientemente de si son machos o hembras. Suele localizarse en la barbilla y alrededor de los labios. Esto se debe a que son zonas con muchas glándulas sebáceas, encargadas de producir grasa.
Con esta grasa tu gato marca el territorio. Por eso es normal que lo hayas visto frotar su barbilla contra diferentes objetos o, incluso, por tus piernas. Las glándulas sebáceas se encuentran en el interior de los folículos pilosos, que también albergan el pelo.
Para que crezca el pelo, los folículos producen queratina, una proteína que forma parte de la capa externa de la piel y el pelo de tu gato. Si un folículo segrega un exceso de queratina se produce un tapón que obstruye el poro. Esto provoca la aparición de puntos negros.
En la mayoría de los gatos este trastorno es leve y solo se notarán puntos negros en la barbilla y alrededor de los labios. Sin embargo, algunas veces, los poros obstruidos se infectan y, entonces, puede producirse una infección.
La reconocerás por los siguientes signos:
- Son visibles las pústulas, unas pequeñas bolitas de pus que parecen espinillas.
- Tu gato se rascará en exceso la zona.
- Es muy posible que le duela y que, por lo tanto, no te permita tocarlo.
- La zona podría contaminarse también con malassezia u hongos.
- A veces, la infección provoca que el folículo se rompa y la zona se enrojezca y se inflame.
- También puede aparecer pus y es probable que se caiga el pelo de esa zona.
CAUSAS DEL ACNÉ FELINO
¿Por qué aparece el acné felino? Se desconoce la causa exacta, pero los expertos creen que puede deberse a un problema de sobreproducción de queratina y sebo que hace que el folículo se obstruya.
Este exceso de producción puede deberse a varios factores:
- Estrés
- Inmunodepresión.
- Cambios en el ciclo de crecimiento del pelo.
- Hipersensibilidad al material del comedero o bebedero.
- Infecciones víricas crónicas.
TRATAMIENTO DEL ACNÉ FELINO
Si sospechas que tu gato padece acné felino acude de inmediato a tu veterinario de confianza. Después de explorar al gato, si confirma el diagnóstico, pautará un tratamiento según la gravedad:
Si es un caso de acné felino leve, te indicará que limpies la zona con antiséptico dos o tres veces al día.
En los casos más graves, pautará antibióticos que pueden ser orales o de uso tópico.
Si el veterinario le receta a tu gato una pomada, deberás aplicar una cantidad muy pequeña y masajear bien para que se absorba del todo y evitar que tu gato la retire con el lamido.
¿CÓMO PREVENIR EL ACNÉ FELINO?
Una vez que aparece, el acné felino suele ser crónico. Sin embargo, es posible disminuir su gravedad y el número de brotes. Para ello, puedes seguir estos simples consejos:
Cambia los comederos de bebederos de tu gato si son de plástico; los de cerámica o metal provocan menos reacciones.
Mantén limpia la barbilla y la zona alrededor de los labios de tu gato; así evitarás que los poros se obstruyan. Si no hay acné, puedes usar suero fisiológico y secar muy bien la zona después. En el caso de que hayan aparecido puntos negros, usa antiséptico dos veces a la semana.
Evita el alcohol y el agua oxigenada, solo conseguirás irritar la piel.
Es buena idea ofrecerle a tu gato un suplemento de ácidos grasos omega 3 o un alimento que lo incluya entre sus ingredientes. De esta forma, la piel de tu gato estaría mejor nutrida y fortalecida para prevenir el acné felino
Al ser un problema frecuente, debes estar atento para que no afecte a tu gato. La clave para prevenirlo es una buena higiene y usar un material adecuado para el comedero y bebedero. Recuerda que si tienes la más ligera sospecha, debes consultar con tu veterinario. Cuanto antes descubras el problema, más fácil y rápido será el tratamiento.